Durante el siglo XVI, la migración y
emigración era común en el norte de Inglaterra. Jenna, era una
heredera del trono de su padre, el Rey Samuel V. Uno de los más
poderosos en el lugar. Vivian en un hermoso palacio que quedaba en un
lugar enorme, con bosques y ríos. Eran dueños de una gran extensión
de tierra en Inglaterra. La criada, Rudy le enseñaba día a día a
Jenna, como ser una chica de bien y su madre iba a controlarla para
ver su avance como futura Reyna. Pero para esto, debía casarse
primero con un príncipe. Este ya había sido elegido desde pequeño.
Cuando nació Jenna, se le había asignado un príncipe para
compartir cientos y cientos de hectáreas de campo y así, dos
familias de gran poder se unirían mediante sus hijos. Los reyes
dijeron que sí pero pero con el tiempo, Jenna no estaba de acuerdo
con este arreglo. Lo empezó a notar mientras crecía. Ella soñaba
siempre con conocer a su verdadero príncipe, a su verdadero amor.
-Jenna. - Grita la Criada
-Aquí estoy! - Grita Jenna yendo a su
habitación.- estoy yendo!
Estaba la Criada esperando a Jenna.
-Vamos! Que debes prepararte para el
gran baile!
-Lose. -Dijo Jenna si ánimos!
-Mi lady! No tenga esa expresión de no
estar interesada, en este baile podrás conocer al principe que te
asignaron para que sea tu esposo! Debes estar ansiosa!
-amm!.. Claro lo estoy, pero y que tal
si no me agrada?? Qué tal si no es de mi tipo? Hubieran gastado
tiempo de la fiesta en vano!.
-No digas eso! Claro que valdrá la
pena! Podrás conocer como es! Y te gustará.. que más esperas? No
querrás terminar casada con un mendigo! Y vivir para servir a
otros!? No! Claro que no! Debes ser una reina y actuar como tal! Ya
que eres la heredera de este reino!!
-todo lo que me dices me asusta! Pero
lo intentaré. -dice Jenna tratando de reanimarse.
-vamos! Es hora de ponernos el vestido
– dijo la criada sacando el vestido de su armario.
En todo el Reino se
hablaba del encuentro del Principe Lyle y la Princesa Jenna, el salón
de encuentro, donde también se haría el baile se había adornado
como si fuera un baile de compromiso, decorado con hermosos pliegues
de tela de color dorado y lazos rojos, como símbolo de unión. Ya
casi era la hora. Los nervios de Jenna se hacían más y más
intensos:
-Cielos!- decía para ella.- que incomo
es este momento! Todos estarán pendientes de mí y ese tal Principe
que será mi futuro esposo!.
Ya era la tarde. El baile
comenzó. Primero entró el Principe. Todos dejaron un gran espacio
para la entrada del heredero del trono. Un apuesto jóven bien
vestido con sus trapos elegantes apareció y todos se inclinaron
hacia él. Fue directo a su trono, dos sillones dispuestos para él y
la princesa Jenna. El baile continuo hasta que se hizo el anuncio de
que la princesa Jenna seria presente en el baile.
-Todos reciban a la Princesa y futura
heredera, Jenna!! – Grito un súbdito.
Todos miraron la entrada
de Jenna. Estaba vestida hermosa. Su pelo largo y enrulado tirado
hacia un costado de su hombro y un hermoso vestido verde que hacia
resaltar lo blanco en su piel. La ocasión perfecta para lucir su
gran brillo como persona. Despacio y dando pasos bien marcados, fue
hacia el trono donde estaba el Principe Lyle. Al llegar ahí, un
hombre que estaba cerca grito:
-Todos con gran respeto brindemos una
real bienvenida y una larga vida a los príncipes y futuros reyes de
nuestro reino!
-LARGA VIDA A LOS FUTUROS REYES!!-
gritaron todos los invitados.
Jenna se sentó junto al principe. Tomo
su mano y así miraron el resto del baile.
-mucho gusto! Soy Lyle – dijo el
principe soltando una sonrisa.
-el gusto es mío mi lord! Mi nombre es
Jenna, estoy dispuesta a hacer lo que sea por ti y espero de ti, el
mismo trato de compasión.- dijo- ah! No era así.. - se sonrojo –
quise decir respeto. Lo siento! - estaba avergonzada.
-descuida! - sonrió el principe- entre
nosotros no hace falta ser tan perfectos al hablar!
-ah! Genial! Gracias por aclararlo
desde ahora- sonrió Jenna y suspiró.
-nose tú, pero esta es una idea genial
para conocernos! Un baile – dijo el príncipe.
-amm. Bueno pues.. a mí no me gusta
ser el centro de atención, esperan que yo diga algo o haga algo mal
. Siento que están esperando que cometa algún error o algo así,
eso me pone muy tensa y me apena decirlo. - dijo la princesa.
-bueno, si es así, complazcamos a
nuestros padres que hicieron un gran trabajo por hacernos esta fiesta
de compromiso.
-COMPROMISO!!? - exaltó la princesa –
creí que solo era una reunión para conocernos!!
-oh! Descuida. Ellos lo llaman así.
Pero si quieres llamarlo como fiesta de conocernos, está permitido!
- dijo el príncipe entre la sonrisa.- solo sigamos la corriente.
-está bien. -dijo la princesa algo
insegura.
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